Lecturas para inspirar
Consulta nuestros artículos para ayudarte a conocer mejor los problemas que abordamos y obtener ideas que contribuyan al debate. Encontrarás temas sobre crisis climática, desigualdad, nuevos conflictos y violencia, cambios demográficos y tecnologías digitales, entre otros.
Esperamos que te inspiren. Desde las Naciones Unidas os necesitamos para aglutinar diversas perspectivas e ideas creativas de lo que se necesitaría para abordar estas situaciones de riesgo y oportunidades futuras. En definitiva, ¿cómo podríamos ayudar entre todos a reducir las distancias entre el futuro que necesitamos y el que estamos construyendo si seguimos por este rumbo y tendencias?
Nuevas Tecnologías con impacto positivo
Las tecnologías tienen el potencial de convertir el mundo en un lugar más justo y pacífico, pero también suponen una amenaza contra la privacidad, facilitan el control autocrático y alimentan los conflictos y la desigualdades. Aunque parezcan amenazantes, las tecnologías futuras no tienen que necesariamente ser un peligro. Al igual que las generaciones pasadas, todos nosotros -gobiernos, empresas e individuos-tenemos que definir el uso que hacemos de las nuevas tecnologías: bueno o malo.
Una nueva era de conflictos y violencia
La naturaleza de los conflictos y la violencia ha cambiado sustancialmente desde la creación de las Naciones Unidas hace 75 años. Los conflictos, en los que muere menos gente que antes, se libran más entre grupos del mismo país que entre estados. Los homicidios son ahora más frecuentes en algunas partes del mundo y los feminicidios aumentan.
Por otra parte, con los avances tecnológicos, vemos como los robots y los drones se convierten en armas, y cómo se producen ataques, pirateos y secuestros de datos en el ciberespacio. Entretanto, la cooperación internacional está bajo presión, lo que disminuye el potencial mundial para prevenir y resolver los conflictos y la violencia, cualquiera que sea su forma.
Desigualdad – Reducir las distancias
El mundo ha avanzado significativamente en la reducción de la pobreza: en las últimas tres décadas, más de mil millones de personas han salido de la pobreza extrema. Sin embargo, los ingresos de la mitad más pobre de la humanidad apenas ha cambiado durante este periodo, a pesar de que la producción económica mundial se ha más que triplicado desde 1990. Las desigualdades socaban el progreso económico, lo que a su vez exacerba las divisiones sociales que crean las desigualdades.
Las diferencias causadas por los ingresos, la geografía, el género, la edad, el origen étnico, la discapacidad, la orientación sexual, la clase y la religión continúan persistiendo dentro y entre los países. Esta situación provoca desequilibrios en el acceso igualitario a las oportunidades, y por lo tanto, a los resultados. En algunas partes del mundo, estas divisiones son cada vez más pronunciadas. Mientras tanto, están surgiendo brechas en áreas más nuevas, como el acceso a tecnologías en línea y móviles.
La crisis climática - Una carrera que podemos ganar
El cambio climático es la crisis definitoria de nuestro tiempo y está ocurriendo incluso más rápido de lo que temíamos. Pero estamos lejos de ser impotentes ante esta amenaza global. Como señaló el secretario general António Guterres en septiembre, "la emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero es una carrera que podemos ganar".
Ningún rincón del mundo es inmune a las devastadoras consecuencias del cambio climático. El aumento de las temperaturas está alimentando la degradación ambiental, los desastres naturales, las condiciones climáticas extremas, la inseguridad alimentaria y del agua, las perturbaciones económicas, los conflictos y el terrorismo. Los niveles del mar están subiendo, el Ártico se está derritiendo, los arrecifes de coral están muriendo, los océanos se están acidificando y los bosques están ardiendo. A medida que el costo infinito del cambio climático alcanza niveles irreversibles, ahora es el momento de una acción colectiva audaz.
Cambios demográficos
Se espera que la población mundial aumente en dos mil millones de personas, de los 7.700 millones actuales a 9.700 millones en 2050, antes de alcanzar un máximo de casi 11.000 millones a finales de siglo, a medida que siga disminuyendo la tasa de fecundidad. Durante este período, se prevé que la población mundial será cada vez más urbana y que la población de 65 años o más superará en número a la de menores de 5 años.
Se prevé que, de aquí a 2050, la mitad del crecimiento de la población mundial se originará en solo nueve países, a saber: la India, Nigeria, el Pakistán, la República Democrática del Congo, Etiopía, Tanzanía, Indonesia, Egipto y los Estados Unidos de América (en orden decreciente). Es probable que la población de África Subsahariana se duplique, mientras que la población de Europa podría disminuir.
Entretanto, hay movimientos de población. Si bien el porcentaje de migrantes internacionales se ha mantenido en torno al 3 % del total de la población mundial durante los últimos veinte años, desde 2000 la cifra ha aumentado en más de la mitad. Al mismo tiempo, el número de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares ha aumentado considerablemente debido a los conflictos prolongados y podría seguir aumentando debido al cambio climático y la degradación ambiental. La gran mayoría de los flujos de migrantes y refugiados se dirigen hacia los países del Sur Global.