El 23 de marzo, el Secretario General Antonio Guterres hizo un llamamiento urgente dónde pedía un alto el fuego mundial en todos los rincones del mundo para centrarnos juntos en la verdadera lucha: derrotar la COVID-19.
El silenciamiento de las armas no sólo puede ayudar en la lucha contra la COVID-19, sino que nos da la oportunidad para salvar vidas, abrir las puertas a la diplomacia y llevar esperanza a las personas que más sufren en las zonas de conflicto y que son particularmente vulnerables a la pandemia. Desde marzo, 180 países, el Consejo de Seguridad, las organizaciones regionales, los grupos de la sociedad civil, los defensores de la paz y millones de ciudadanos del mundo han respaldado el llamamiento del Secretario General en el cese al fuego.
El reloj está corriendo y no hay tiempo que perder.
Ahora es el momento de lograr un nuevo impulso colectivo para la paz y la reconciliación. En estas condiciones, hago un llamamiento a un esfuerzo internacional redoblado, liderado por el Consejo de Seguridad, para lograr un alto el fuego mundial antes de fin de año.[...] El mundo necesita un alto el fuego global para detener todos los conflictos “calientes”. Al mismo tiempo, debemos hacer todo lo posible por evitar una nueva Guerra Fría.
Secretario General António Guterres