El robo de identidad ocupa continuamente titulares en las noticias. Y el motivo es evidente: en 2012, más de 16,6 millones de estadounidenses fueron víctimas de un robo de identidad. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que el robo de identidad implica mucho más que apropiarse del número de tu tarjeta de crédito. En otros artículos, hemos hablado de cómo los ladrones utilizan tu identidad para obtener asistencia sanitaria gratuita o la identidad de tus hijos para solicitar un crédito. Hoy quiero presentarte otro tipo de usurpación de identidad, el robo de identidad penal, también denominado robo de identidad criminal, en el que el delincuente utiliza tu identidad para hacerte pasar por él.

El robo de identidad criminal o penal conlleva la suplantación de identidad y es la peor modalidad y la más difícil de reparar. No querrás acabar como el personaje de Jason Bateman, Sandy Patterson, en la película Ladrona de identidades, en la que otra persona roba y utiliza su identidad, y él se entera porque debe un montón de dinero y recibe una orden de detención.

Básicamente, un ladrón se apodera de tu identidad y la asume como propia. Pero, en lugar de utilizar tu identidad para acceder a tu cuenta bancaria o solicitar una tarjeta de crédito, el delincuente la usa para cometer delitos y salir impune. ¿Cómo? Puede dar tus datos personales (nombre, DNI o fecha de nacimiento) a los miembros de las fuerzas de seguridad durante una investigación o una detención. También podría utilizar tu información para crearse una identidad falsa.

El robo de identidad penal puede acarrear complicaciones graves. Podría darse el caso de que detuvieran a un ladrón por una infracción de tráfico o un delito menor y que firmara la multa con tu nombre. Si esto sucede, te verás obligado a pagar la dichosa multa o indemnización. Si un ladrón usa tu nombre cuando lo arrestan, el delito podría sumarse a tus antecedentes penales, lo que se tendría en cuenta a la hora de conseguir un trabajo o comprar una propiedad. Otro caso es cuando el ladrón comete un delito utilizando tu identidad y se emite una orden de arresto contra ti. Es decir, en lugar de buscar al delincuente, te buscarían a ti. ¡Podrías tener una orden de arresto sin ni siquiera saberlo!

El robo de identidad penal puede tener consecuencias bastante drásticas. Estas son algunas formas de protegerte de esta vil forma de robo de identidad:

  • Destruye todos los documentos confidenciales. De esta forma, evitarás que tu información personal caiga en manos de los ladrones.
  • Denuncia la pérdida de documentos de identidad. La mayoría de los ladrones de identidad obtienen tus datos robando tu carné de conducir u otra información de identificación personal de documentos como la tarjeta sanitaria o el DNI. Si denuncias la desaparición del carné de conducir, tu número quedará registrado y, en caso de que otro conductor sea detenido por las fuerzas del orden y presente tu permiso como propio, podría ser interrogado para aclarar los datos.
  • Investiga tus antecedentes. Si crees que alguien puede estar suplantando tu identidad, comprueba tus antecedentes. Puedes hacerlo a través de servicios online o contratando a un investigador privado.
  • Consulta las bases de datos penales regionales y nacionales.  Busca tu nombre en bases de datos penales para ver si tienes antecedentes penales que desconoces.

¡Protégete!